Estamos en época de frío y ponemos en marcha nuestros sistemas de calefacción. Claro, se trata de un gasto añadido a nuestra ya maltrecha economía, por eso está bien tener en cuenta una serie de consejos para reducir la factura final, del consumo de calefacción.
Varios detalles a tener en cuenta y que seguramente nos harán disfrutar de la calefacción a un precio más económico.
En el momento de elegir la temperatura ambiente, debemos considerar no sobrepasar los 21ºC en el termostato y lo más aconsejable son los 20ºC, ya que cada medio grado que subamos en el selector, supone un mayor consumo y coste.
No poner en marcha la calefacción por las mañanas, porque nos levantamos y nos marchamos fuera de casa, por lo que no la aprovechamos y además solemos ventilar la casa. No ventilar la casa más de 10 minutos. Cuanto más tiempo estén las ventanas abiertas, más frío permanece en el interior y más nos costará volver a calentar la vivienda. Unos 10 minutos son suficientes para ventilar toda la casa con varias ventanas abiertas.
Bajar las persianas durante el tiempo que funcione la calefacción y por la noche, evitaremos mayores pérdidas de calor del interior de la casa.
Abriri todas las llaves de calefacción para que los radiadores trabajen por igual y mantengan un calor por igual en toda la vivienda. Si tenemos llaves termostáticas, bajar la temperatura a 18 o 19ºC en las habitaciones, porque no permanecemos en las mismas hasta la noche.
Durante la noche bajar el termostato de la calefacción a 16ºC, manteniendo una temperatura constante y al levantarnos bajarlo a 14ºC, porque estamos ventilando y no necesitamos calor.
Poner la calefacción en marcha solo al mediodía si estamos en casa y a partir de la hora en que volvemos de trabajar, no tener en funcionamiento cuando no estamos en casa. Hay que considerar que una vivienda normal tarda de 15 a 20 minutos en caldearse y este es el tiempo suficiente para que cuando la pongamos en marcha, de mientras nos de tiempo para cambiarnos de ropa y asearnos, cuando llegamos a casa.
Si la calefacción lleva más de una o dos horas funcionando, bajar el termostato al menos un grado para permanecer con el ambiente de calor que hay en la vivienda o apagarla una hora antes de irnos a la cama. No es necesario que la calefacción funcione hasta el momento en que nos acostemos porque en este caso es un gasto no necesario.
Por último, si disponemos de una caldera vieja y estamos pensando en cambiarla, lo mejor es poner una caldera de condensación, porque se obtienen rendimientos y ahorros, superiores a cualquier otro tipo de caldera.