Tenemos una mayor conciencia del ahorro energético que hace unos años. El respeto por el medio ambiente y a la vez el ahorro económico, nos hacen tomar medidas a conseguir tal fín, y aislar nuestras viviendas.
Pero también debemos pensar en nuestros vecinos y aislar las viviendas acústicamente.
En reformas de viviendas de madera, donde los suelos normalmente están desnivelados y obliga a suplementar con otro suelo, sin modificar el original, ofrece la oportunidad de colocar aislamientos térmicos y acústicos.
La lana de roca (foto), de un material compacto y flexible, insertada entre los rastreles, ofrece una solución perfecta.
Se aminora el impacto del ruido de un modo notable y se consigue un ahorro en el sistema de calefacción, necesitando menos calorías para calefactar las viviendas.
En obra nueva, tenemos como se mezcla el hormigón con productos que compactan el suelo y aisla de forma térmica.
Otra solución eficaz y económica es el poliuretano proyectado que se adhiere a las paredes y techos, y en función de su grosor ofrece un mayor aislamiento.
No obstante han surgido muchos productos que dan buen servicio y garantía de aislamiento.