En cocinas con espacios reducidos, es necesario aprovechar los huecos al máximo. En este caso, creo que un error que se repite con frecuencia, es la colocación del horno o microondas junto a la nevera.
La nevera debe estar separada de focos de calor y aunque exista un tablero divisorio entre ambos aparatos, siempre se transmite el calor hacia la nevera, durante el funcionamiento del horno o microondas.
La consecuencia a la larga puede ser un mal funcionamiento de la nevera, formaciones de hielo interior en la zona de frío, no de congelador, deshielo parcial del congelador y a la larga avería del motor de la nevera.
Debemos crear un espacio de separación lateral de al menos 10 ó 15 cmts. La zona ideal para colocar el horno es debajo de la placa de cocinar si no disponemos de muchos huecos libres.
La ubicación perfecta de la nevera o combi, será en la parte final de la línea de los muebles, en una esquina y no junto a la ventana, para evitar que el volumen del aparato nos robe luz a la cocina.
No obstante en la mayoría de los casos, nos econtramos muy limitados y hay que buscar soluciones imaginativas que no siempren son las deseadas. A no ser que tengamos una cocina grande hay que ajustarse a los metros existentes.